Un consejo con sabor a mate
Hoy me quedo a escuchar
algunas canciones preferidas.
Quiero ordenar los discos y
ver el fútbol por televisión.
Quiero que me comprendan
y que me dejen vivir a mi modo.
Pero parece malo no respetar
los horarios esclavos.
Nada, nadita, nada,
no me interesa lo que piense nadie.
Uno es uno solo
y eso es algo que nadie lo cambia.
Un consejo de Andrés Calamaro desde "Horarios esclavos".
El salmón, año 2000.